miércoles, 9 de agosto de 2017

Genio de la Pintura

Los invito a admirar estos cuadros del pintor holandés Vincent Van Gogh (1853-1890)





¿Qué sería de la vida si no intentaramos algo nuevo?



Una interesante reflexión

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Myriam Nemirovsky es una de las especialistas de referencia
 en materia de enseñanza de la lectoescritura, por sus 
aportaciones desde la óptica del constructivismo. 
Licenciada en Ciencias de la Educación, trabajó durante veinte
 años como maestra en Argentina. En 1990 se trasladó a España
 y se doctoró en Psicología Evolutiva.
 Es autora de numerosos textos sobre el aprendizaje de la
 lectura y la escritura, destacando su libro “Sobre la enseñanza
 del lenguaje escrito y temas aledaños” (Editorial Paidós).

Los invito a descargar gratis el libro de Paulo Freire "Pedagogía de la Esperanza"

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“Sólo aprendemos de un maestro al que queremos”

“Sólo aprendemos de un maestro al que queremos”. Estos son los estilos de apego en Educación

La manera que tenemos los docentes de relacionarnos con nuestros alumnos es un pilar fundamental para su aprendizaje, no sólo académico sino personal también. Francisco Mora, gran conocedor del cerebro y experto en Neuroeducación, popularizó la frase que daba nombre a uno de sus libros Sólo se aprende aquello que se ama.
Estoy totalmente de acuerdo con la frase de Mora, pero añadiría que sólo aprendemos de un maestro al que queremos. De ahí que sea fundamental que los maestros tengamos unas nociones básicas sobre cómo relacionarnos emocionalmente con nuestros alumnos y qué características del maestro hacen que el aprendizaje sea óptimo.
La manera en que nuestros padres nos han enseñado a relacionarnos con los demás, social y emocionalmente, tiene una serie de consecuencias, positivas o negativas, a lo largo de nuestra vida.

Teoría del apego

Hace más de medio siglo que John Bowlby, médico psicoanalista inglés, desarrolló la teoría de apegoTodos los mamíferos superiores, entre los cuales nos incluimos nosotros, venimos al mundo con la capacidad innata de apegarnos a nuestra/s figura/s de apegopara aumentar nuestras probabilidades de supervivencia.
La manera en que nuestros padres nos han enseñado a relacionarnos con los demás, social y emocionalmente, tiene una serie de consecuencias, positivas o negativas, a lo largo de nuestra vida. A través de esta relación de tipo emocional nos dan información sobre nosotros mismos, los demás y el mundo. Muchas de las dificultades, patologías o trastornos que padecemos los adultos en la actualidad, se deben a un mal desarrollo del vínculo infantil. Aun así, afortunadamente, hay un motivo para la esperanza, ya que estos patrones de relación desadaptativos, que en el presente están provocando una manifestación de síntomas, se pueden modificar y reconstruir de una manera más sana, aun siendo adultos.
4 de cada 10 niños tiene un apego inseguro, con todas las consecuencias que tiene esto para el niño
Pero comencemos construyendo la casa desde el principio y no por el tejado. Quizá dos de las figuras de apego más significativas para un niño pequeño son sus padres y su profesor o profesora. Es por ello que se hace necesario conocer cuáles son las características de una figura de apego segura. La gran mayoría de estudios que se han realizado desde Bowlby hasta la actualidad han llegado a la conclusión de que en torno a un 60% de la población tiene apego seguro, lo cual implica que 4 de cada 10 niños tiene un apego inseguro, con todas las consecuencias que tiene esto para el niño.
Dos de las figuras de apego más significativas para un niño pequeño son sus padres y su profesor o profesora

A continuación veremos cuáles son las características del apego seguro para que los docentes puedan establecer una correcta relación emocional con su alumnado:


1. Protección

La función principal de un apego seguro consiste en proteger al menor. Los niños, por definición, son dependientes y necesitan del cuidado de las personas que están al cargo de él (madre, padre, profesores, abuelos, etc). Nuestra obligación es ofrecerles entornos seguros y protegidos. Cuando el niño se siente protegido y en un entorno de seguridad, surgen las ganas de explorar lo que le rodea (curiosidad).
En ese punto es importante que los maestros permitamos a nuestros alumnos que exploren y curioseen el lugar donde se encuentran. Si por algún casual ocurriera algo que causara miedo al niño y le hiciera sentirse desprotegido, con la consiguiente llantina, nuestra función consiste en calmar al niño para que vuelva lo antes posible al equilibrio y a la normalidad (homeostasis emocional). Generalmente los niños que tienen un apego inseguro evitativo no son capaces de ser calmados por sus padres o maestros, ya que éstos no tienen dominadas las funciones de protección.

2. Autonomía

Como característica complementaria de la protección tenemos la autonomía. Tan importante para un niño es que sus padres y maestros le den seguridad, como que les permitan y animen a ser autónomos, es decir, a hacer las cosas por sí mismos.
La autonomía será muy diferente según la edad de la que hablemos. Así, por ejemplo, permitir a un bebé de unos meses que está reptando por el suelo que se mueva por el salón saciando su curiosidad tocando todos los juguetes que ve por el suelo, cumpliría con este requisito. Pero también estaríamos favoreciendo la autonomía de nuestra hija adolescente cuando le permitimos que se vaya a estudiar 3º ESO a Londres porque tiene esa necesidad de conocer un nuevo idioma, nuevas amigas y vivir una cultura diferente. En ambos casos estamos en presencia de figuras de apego que permiten la autonomía de sus hijos o alumnos. Los padres o maestros sobreprotectores tienen muy comprometida la autonomía de sus hijos o alumnos. Por miedo a que sean autónomos o les pase algo, no les dejan “volar”. 

3. Decodificación

El concepto de decodificación lo acuñó Peter Fonagy. ¿Os acodáis del antiguo Canal Plus? Necesitábamos una llave que decodificara  la señal para poder ver el canal. A esto mismo se refiere este concepto. Cuando los niños ven algo en el patio que no entienden, un niño de Bachillerato que les asusta o se pelean con su mejor amigo, necesitan que una autoridad, normalmente una de sus figuras de apego (en el colegio sería generalmente su tutora) le explique qué ha pasado y por qué se sienten de esa manera. Es decir, necesitan que alguien les decodifique lo ocurrido. Alguien se lo tiene que explicar. Tenemos la obligación de darles una explicación o una narrativa a lo sucedido. Cuando los niños nos preguntan algo porque necesitan saciar su curiosidad, tenemos la obligación de darles una respuesta adaptada a su edad (decodificar).

4. Ser visto

El concepto de ser visto incluye varias cosas. Un niño es visto cuando estamos con él al 100%, dejando a un lado lo que estemos haciendo porque lo que en ese momento tiene importancia es el menor. Cuando es el día de Halloween, los niños se disfrazan para ser vistos. Se disfrazan para que les digamos lo terroríficos que van y lo genial que es su disfraz. El ser visto implica tres características:
Atención: prestar atención al niño con todos nuestros sentidos. Sabemos que en ese preciso momento, lo más importante es él/ella.
Afecto: tratar en ese momento con todo el afecto del mundo a nuestros niños. Reforzarles, alabarles, etc.
Normas y límites: el ser visto también implica ponerles normas y límites a nuestros alumnos e hijos. Cada vez que les decimos a nuestros niños NO, les estamos diciendo que les queremos. No te dejo ir al río en este prado porque te quiero.

5. Responsividad

No debemos confundir la responsividad con la responsabilidad. También es importante que las figuras de apego seamos responsables, pero en esta ocasión me refiero a la responsividad. Este concepto se refiere a la idea de que demos respuesta siempre que nuestro hijo o alumno tenga una necesidad de tipo emocional. Consiste en ser contingentes con las necesidades de nuestros hijos. Como figuras de apego debemos responder a todas sus necesidades. Ojo, no confundir necesidades con deseos. Me gustaría (deseo) que me tocara la lotería, pero puedo vivir sin que me toque (no es una necesidad).
Una necesidad para nuestros alumnos es que le atendamos siempre que esté preocupados o temerosos por algo. En cambio, un deseo es querer comerse la tarta entera que ha traído su compañero de clase por ser su cumpleaños. Debemos atender la necesidad emocional de nuestro alumno que está preocupado pero cualquiera de nuestros alumnos pueden vivir perfectamente sin comerse la tarta entera a pesar de que tengan muchas ganas de hacerlo.
Para concluir este artículo, deciros que desarrollar un apego seguro en nuestros niños tiene un efecto de protección futuro muy grande. Aquellos niños que tienen un apego seguro se mostrarán en un futuro con mayor capacidad de tolerar la frustración y el estrés, tomarán mejores decisiones, aprenderán a autorregularse emocionalmente mejor y serán adultos más adaptados en sus entornos. Como os imagináis, en los casos de niños con apegos inseguros (evitativo, ansioso-ambivalente o desorganizado) nos encontraríamos las características contrarias, con las consecuencias tan devastadoras que tendría esto para el niño, el adolescente y el adulto.


Rafael Guerrero Tomás es psicólogo, director de Darwin Psicólogos y profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid. Además, también imparte clase en el Máster de Atención a la Diversidad y Apoyos Educativos del Centro Universitario Cardenal Cisneros. Especialista en TDAH, trastornos del aprendizaje y trastornos de conducta. Autor del libro “Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Entre la patología y la normalidad” (Libros Cúpula, 2016).

martes, 8 de agosto de 2017

TE DOY MI ALMA, Carl Jung, Soul Keeper (subtitulos en español)



CARL G. JUNG: "TE DOY MI ALMA" - Este extraordinario film, completo y con subtítulos en español, se sitúa en el año 1905: Sabine Spielrein, una joven rusa de 19 años es internada en un hospital psiquiátrico de Zurich por padecer una histeria severa. Un joven médico, Carl Gustav Jung, se dedica a cuidarla y utiliza con ella los metodos psicoanalíticos de su maestro, el doctor Sigmund Freud. La paciente y Jung se enamoran al tiempo que ella se cura.

No sólo eso: Sabine estudia hasta convertirse en una destacada psiquiatra y psicoanalista, llegando a desplegar una visión revolucionaria de la psicoterapia, particularmente en el trabajo con niños. Inmediatamente después de recuperada, ingresó a la escuela de medicina de la Universidad de Zurich; de hecho, durante las primeras semanas continuaba residiendo en la clínica Burghölzli y concurría desde allí a sus clases hasta que alquiló un apartamento. Puesto que Zúrich fue la primera universidad europea en aceptar mujeres, se había convertido en un polo de atracción para ellas, especialmente para las estudiantes rusas.​ Según los análisis de pasajes de su diario, los estados de ánimo que más caracterizan su vida personal en los años de la escuela de medicina fueron cambiantes, volubles, pero acompañados siempre de un serio compromiso con el estudio científico. Sus palabras denotan grandes anhelos de amor, pero a la vez profundo temor y desprecio por el matrimonio y miedo a las decepciones. En cuanto a sus sentimientos por Carl G. Jung durante esta época de estudiante, no parecen ser predominantemente eróticos, sino más bien marcados por una profunda admiración, donde lo pasional es menos notorio que el «culto al héroe».

Es importante comprender que para los años en que todo esto acontece el paciente psiquiátrico tenía como único destino vivir encadenado. Carl G. Jung ejerce por primera vez una mirada humana y, si bien las fronteras terapeuta-paciente fueron desdibujadas de un modo que hoy sería inaceptable, para aquel tiempo histórico fue abriendo un camino totalmente nuevo y compasivo.

Que lo disfruten!!

Hola! Bienvenidos a mi blog!!!